La pequeña fábrica de arcoíris: un dispositivo con ventosa que transforma cualquier ventana en un espectáculo de luz y color, como si un unicornio hubiera decidido alquilar tu salón.

Gracias a su sistema de engranajes visibles (porque, claro, ver cómo gira es parte del encanto), convierte la luz solar en destellos de arcoíris que bailan por toda la habitación.

Funciona con energía solar, así que en días nublados el arcoíris se toma un descanso... pero no te preocupes, volverá pronto.